Archipiélago

Tiene que ver con una visión fragmentada de la realidad. Cuando queremos hablar de algo sobre el escenario, no es imprescindible contar todos los detalles, el público suplirá lo que nosotros no contemos, si seleccionamos bien lo que contamos.

Primero tenemos que decidir de qué queremos hablar: de la relación padres/hijos... de la soledad del individuo... de la incomunicación... de las incertidumbres adolescentes...

Después establecemos tres o cuatro espacios en los que vamos a situar a nuestros personajes (pueden ser en cada espacio uno, dos o tres. Más no es muy operativo, pero todo es probar) y fijamos qué les pasa a cada grupo en relación al tema que hemos propuesto y creamos una situación concreta para cada "isla".

A partir de ahí, cada grupo inicia su improvisación, pero solamente se le oirá cuando el profesor los señale. Las conversaciones seguirán aunque no se les oiga... El público tendrá que hacer el esfuerzo de "rellenar" los huecos.