La acusación y la defensa

La idea de este ejercicio está sacada de la página canadiense Dracmation. Gracias. Lo que hay aquí es una variante de Trampitán.
Dos alumnos se colocan frente a frente sentados o de pie. Uno de ellos acusa al otro de haber hecho algo. El segundo debe justificar lo que ha hecho. Hay que dar tiempo para que se perfilen claramente las características de los personajes.
A una señal del profesor, se cambian los papeles y el acusado se convierte en acusador de otro hecho.
Sucesivamente, el profesor puede ir añadiendo condicionamientos al diálogo, por ejemplo:
- Hay algo que provoca urgencia.
- Se produce un ruido ensordecedor que estorba el diálogo.
- A uno de ellos le duele la cabeza.
- Uno de ellos experimenta una emoción determinada.

Para informar a los participantes, es interesante utilizar tarjetas que solamente puede leer él.