«Teatralizamos»  David Mamet

Teatralizamos por naturaleza. Por lo menos una vez al día damos una nueva interpretación a la situación atmosférica, fenómeno en esencia impersonal, para expresar la percepción que tenemos del universo en ese momento: «Qué bien, se ha puesto a llover. Precisamente hoy, que estoy deprimido. Como la vida misma».
O decimos: «No recuerdo haber pasado nunca tanto frío», en un intento de crear un vínculo con nuestros contemporáneos. O tal vez: «Cuando era niño, los inviernos eran más largos», con el propósito de encontrar alguna ventaja al hecho de hacerse viejo.
El clima es impersonal, pero nosotros lo percibimos y lo explotamos como un fenómeno teatral, es decir, con una trama argumental, intentando comprender lo que significa para el protagonista, o sea, para nosotros mismos.
Teatralizamos el tiempo, el tráfico y otros fenómenos impersonales haciendo usio de la exageración, la yuxtaposición irónica, la inversión, la proyección y todas las estrategias de las que se valen el dramaturgo, para crear fenómenos emocionalmente significativos, y el psicoanalista, para interpretarlos.
Para teatralizar un incidente cambiamos el orden de los acontecimientos, los alargamos o los acortamos hasta que comprendemos el significado personal que tienen para nosotros, protagonistas del drama individual que sabemos que es nuestra vida.