En orden alfabético

Es un ejercicio para recordar los nombres. Cada uno dice su nombre y deja unos segundos que los demás lo memoricen asociándolo a algún rasgo físico o de carácter. A continuación, todos andan unos minutos por el espacio y, a una palmada del profesor, se colocan por orden alfabético. Para ello, naturalmente, tienen que recordar los nombres de los compañeros y buscar su sitio sin preguntar a nadie.